Tu me das valor cuando tengo que enfrentar
lo que fuera el fin si viviera en soledad.
Pero tu me das aliento para seguir
y esa fe en lo que me puedo convertir.
Yo jamás merecí tanta dicha en mi vida,
pero tu has traído tanto gozo y alegría
que ya siento que para mi no hay más
que tenerte y amarte por la eternidad.
Lo mejor de mi es todo gracias a ti,
eres lo que le da dirección a este vivir.
El cielo me parece ahora algo real
porque en tus ojos lo puedo contemplar.